LA SENSACIÓN TARDÍA DE LA LIGA: MICHU, EL CENTROCAMPISTA QUE NO PARECE ESPAÑOL.

Hablemos de Michu y su sensacional aportación, decisiva, para la permanencia del Rayo en Primera, que a pesar de su sufrimiento final nunca estuvo en posiciones de descenso en las 38 jornadas. Admirable.

Pero ¿a qué viene el enunciado del título?: “tardía” puesto que se trata de un debutante en 1ª y con 26 años, y  con la frase “el centrocampista que no parece español”, me refiero a su perfil psicológico y deportivo que así lo demuestra: muy alto (1’85), espigado, con apariencia de cierta falta de técnica individual, de cierta descoordinación y lentitud de movimientos, que parece poco agresivo, que parece a veces ausente, etc. Pero, en mi opinión, demoledor que le hace un futbolista diferente y único en España, sobre todo en la posición que ha ocupado casi siempre en el Rayo, con libertad de movimientos por detrás del punta.

Recordemos que los futbolistas españoles que se desenvuelven en esa posiciones se caracterizan por tener perfiles de centrocampistas ofensivos muy distintos a Michu, son pequeños, muy técnicos, sean zurdos o derechos, que no van, obviamente, bien de cabeza, que no tienen disparo desde lejos del área, que no son agresivos ni jugadores de pelea, que no contribuyen al juego defensivo ni de recuperación etc.

En mi opinión Michu tiene un perfil que encaja mucho más en el fútbol inglés y centroeuropeo.

Veamos sus números más relevantes, y no olvidemos que se trata de un debutante, que no es delantero, que no tira ni penaltis ni faltas, que ha jugado de titular 37 partidos (dejó de jugar uno por expulsión injusta) y sólo ha sido sustituido 2 veces:

15 goles marcados en 11 partidos diferentes (9º de la Liga y el  primer centrocampista por delante de Negredo, Alexis, Rondón etc.). Sus goles, numéricamente, han servido para obtener 24 puntos y ganar 8 de los 13 partidos que ha ganado el Rayo. 2 asistencias de gol.

8 con la izquierda (3º de la Liga). 3 con la derecha.

4 de cabeza (6º de la Liga y el primer centrocampista en remates de cabeza de la Liga)

El 2º centrocampista con más remates totales de la Liga (1º Griezmann)

El 4º jugador y primer centrocampista con más tiros a los postes de la Liga.

El 3º más agresivo de la Liga (Gabi e Iriney le aventajan pero son pivotes defensivos y de recuperación)

Números espectaculares.

Por eso creo que equipos españoles como el Valencia, Atleti, Sevilla, Málaga etc, o equipos ingleses de primer nivel se lo llevarán. Al tiempo. Yo lo haría.

Pero su mejor condición no son sus aportaciones individuales sino su sometimiento al juego colectivo del equipo: tiene altísima agresividad (9 tarjetas amarillas), es el primer eslabón en realizar las faltas tácticas de su equipo, ayuda en todas las zonas del campo en materia defensiva, en las jugadas a balón parado, faltas laterales, córners etc, y, como hemos visto, participa en la esencia del juego ofensivo de su equipo.

En los últimos 10 partidos, el Rayo encajó 8 derrotas y 29 goles (casi 3 por partido).

Sandoval, nervioso, fue modificando tácticamente el equipo con escaso criterio y la ausencia, sobre todo de Javi Fuego, de Piti, Armenteros y Lass, y especialmente el retraso de la posición de Michu (en Mallorca jugaron por delante de él, Costa, Tamudo, Trashorras, a veces hasta Movilla!!, e incluso los carrileros -jugó con 3 centrales- Tito y Casado tuvieron más protagonismo ofensivo que él), contribuyeron, de una forma decisiva, al descenso a los infiernos del Rayo.

Resultado en las últimas cinco jornadas de Michu: ningún gol, ninguna asistencia de gol y sólo 4 remates !!! Inexplicable en el 7º jugador de la Liga y primer centrocampista con más remates a portería de la Liga (todos los primeros son los puntas y goleadores de sus equipos).

Anécdota final. Fue el autor del remate forzado al poste que Tamudo recogió, en clamoroso fuera de juego, para salvar al Rayo.

Un destacado analista, Rafa Guerrero, calificó su posición ilegal como “que era muy difícil de ver, que estaba adelantado 1 cm, quizá dos…”. Y todo para justificar al árbitro y al linier, y para intentar justificar lo injustificable técnicamente (era una segunda jugada y el linier se mantuvo en línea todo el rato).

En vez de explicar con sencillez y claridad la jugada y decir lo que todos, automáticamente pensamos: "Jo… ,si el linier levanta la bandera o el árbitro pita fuera de juego se los comen crudos..."

Si mi padre levantara la cabeza.