MÁLAGA-MALLORCA
En esta segunda jornada hubo
sorpresas iniciales en la alineación del Málaga. Todos pensábamos que Pellegrini, fiel a su estilo, no
variaría mucho el once titular de la 1ª jornada y de la Champions pero sucedió
lo contrario.Cambió a 6 jugadores de
campo, más de medio equipo titular, y no salieron de inicio Gámez, Toulalan, Maresca -ya traspasado-,
Joaquín, Eliseu –pendiente de traspaso- y Fabrice. Le pesó mucho más el partido
de vuelta del próximo martes frente al Panathinaikos.
Esta decisión mermó la
capacidad ofensiva del Málaga
y fue decisiva en el resultado final del encuentro.
Anunciábamos en la previa que independientemente de la alineación inicial,
el Málaga no perdería sus principales
características de juego, como así sucedió. Llevó la iniciativa en todo momento, combinó mucho más -superando al Mallorca en 288 pases- y por
ello dobló al Mallorca en la posesión
66% -33%. Pero, por el contrario, tuvo
poco acierto en el remate. El equipo malacitano remató 18 veces y solo 5 fueron
a puerta. El Mallorca remató mucho menos, 9 veces, pero 4 fueron a puerta.
Sus laterales se desdoblaron en ataque con asiduidad. Al final del partido el balance de
centros al área de uno y otro equipo fue demoledor: 36-13. Destacar que 26 de ellos fueron por la zona de
Monreal, tremendo.
El Mallorca tampoco renunció a
sus armas características: ordenado
y con una disciplina táctica defensiva férrea, enérgico, agresivo con 14 faltas
realizadas, intenso aunque esta vez con escasa proyección ofensiva. Solo
realizó 3 jugadas en el área rival. De nuevo
desplegó su estilo de juego directo, interviniendo 3 o menos jugadores en el
71% de sus jugadas.
En el 1er TIEMPO, el
Málaga salió con más ganas y dominó el ritmo del juego. Tuvo muchas llegadas: 8 córners y 9 remates aunque
apenas exigieron una intervención seria de Aouate.
Caparrós, siguiendo su trabajo táctico en la estrategia
defensiva a balón parado y conocedor
de la fortaleza en ese apartado del Málaga,
ordenó que en los córners todos sus hombres de campo se colocasen en
zona y todos en su propia área. Es la 1ª vez que lo vemos hacer. El
año pasado ponía a no más de 8 hombres defendiendo este tipo de acciones.
El sábado, y ese es su mérito, Caparrós
logró que el Málaga prácticamente no tuviera opciones de remates claros de
cabeza. Siempre fueron
interceptados y los que no lo fueron, fueron bien defendidos. Demichelis, Sergio Sánchez, Weligton y
Camacho no pudieron rematar ningún balón por alto con claridad.
Una vez anulado este aspecto fundamental del Málaga, el Mallorca se replegó de inicio en exceso
en su propio campo, facilitando el juego combinativo del conjunto
blanquiazul que disfrutó de una posesión descomunal. De los 10 tramos de 5 minutos que dividimos el primer tiempo, el
Málaga fue superior en 9. Sin embargo el
Mallorca hizo un trabajo defensivo muy intenso provocando que el rival apenas tuviera
jugadas en el área bermellona, solo 8 en todo el partido. Y es aquí, en
acciones en el área, donde se deciden la mayoría los partidos. En
ese período Camacho y Monreal tuvieron una lucida actuación.
De nuevo el equipo defensivamente se comportó con mucha tenacidad, vimos a Nunes más entonado y a Bigas en su línea, muy solvente. Este
chico es admirable, a pesar de que su posición de central tiene fecha de
caducidad puesto que Caparrós pronto apostará por Geromel, ha demostrado
ser un central muy serio y eficaz.
Caparrós insistió en su plan del domingo anterior. En las bandas dispuso a Pereira por la izquierda y a Emilio por la derecha, que
sufrió más de la cuenta con Monreal. Lo cierto es que el esquema volvió a
funcionar a pesar de que Pereira, Emilio, Víctor y Hemed tuvieron poca
presencia ofensiva dado el retraso global del equipo.
Pero las escasas veces que el
Mallorca se estiró hacía peligro.
Primero fue Márquez y después, la segunda salida de balón con la mano de
Aouate a Bigas por la izquierda y que
éste conduce sin problema, lanzando un pase magnífico de unos 40 metros viendo un
desmarque sensacional de Hemed que
deja atrás a Demichelis, y que
terminó con un disparo cruzado fallido ante Caballero.
En el 2º TIEMPO el Mallorca no
varió su apuesta de juego. Excesivamente
replegado en su propio campo, con faltas continuadas para interrumpir la elaboración
del juego rival, y con un Málaga de nuevo con una gran posesión pero que se
veía incapaz de atravesar el muro defensivo mallorquinista. De nuevo de los 10 tramos de 5 minutos que dividimos el segundo tiempo
el Málaga fue superior en 8.
Destacamos que en el trabajo de faltas y de recuperación apretaron
mucho a Duda quien perdió 14 balones.
A mediados de la 2ª parte, a partir del minuto 61, el partido se dinamitó como consecuencia de los cambios en los 2
equipos. Caparrós da entrada a Joao
y se incorporan Eliseu, Joaquín y Juanmi,
tres hombres de ataque, por parte del Málaga. Al final el Mallorca dispuso de
un tercer central, Charlie, para
resistir la presión del conjunto malacitano.
Con el Málaga volcado y con Monreal descolocado en ataque, un balón controlado por Buonanotte y recuperado por Joao en una falta no pitada, sirvió
para que éste iniciara una carrera de 30 metros en solitario por el centro
abriendo a Emilio a la derecha que, sin la oposición de Monreal, sorteó a un Weligton
fuera de sitio. No fue difícil para Emilio mandar un balón templado que
acabó con el certero remate de cabeza de Hemed.
Joao, que ya estuvo bien en los minutos que jugó
contra el Español, fue
decisivo en la jugada que propició el gol
y siguió la jugada de ataque permaneciendo absolutamente solo detrás de Hemed para recoger el centro si éste
hubiera sido más largo.
Poco después, una transición
entre líneas muy rápida de Camacho y los
2 canteranos del Málaga, Portillo y Juanmi, por la zona de Joao, que llega tarde y Nunes que sale para taponar, propició
el tanto del empate.
En los últimos minutos el
partido enloqueció: Primero, el centro pasado por la izquierda de Eliseu con el remate de cabeza fallido
de Joaquín; después, el centro pasado
por la derecha de Duda; la ocasión de
Isco desbaratada desde el suelo por Aouate; y por último, la internada de Eliseu haciéndose un autopase y que
acabó sufriendo la embestida desproporcionada de Pina que le derribó claramente dentro del área, terminando con la
roja para el portugués.
En definitiva, basta echar un vistazo a los datos generales del
partido para darse cuenta de que el Málaga
apretó más en todo: Posesión, intervenciones de los porteros, jugadas en el
área rival y en el área propia, córners, remates y centros al área (36, de
momento el mejor de la Liga, contra 13). Pero el Mallorca salió ileso de un
campo muy difícil.
Y por último una jugada que
pudo ser definitiva y cambiar la historia, muy parecida a la del primer tiempo pero por el lado contrario, por
la derecha: Minuto 94, el Málaga volcado
en el campo del Mallorca excepto Weligton
y Demichelis. Enésima recuperación en nuestra línea de pivotes, un pase de 35 metros raso espectacular de Pina a la espalda de Weligton, arrancada de 30 metros de Víctor en solitario que acabó con su
disparo fallido, debido al desgaste físico sufrido y al acierto de Caballero en la salida.
Este alocado final hizo que el
partido tuviera un sabor agridulce para los dos equipos, entrenadores y
aficiones. Lo cierto es que pudimos
ganar pero también pudimos perder.
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