No
vamos a hacer un análisis al uso del partido, porque hay poco que añadir a lo
dicho por todos los cronistas, por Pellegrini etc.; vamos solo a mostrar datos
de 4 jugadores del Barça que parecen imposibles.
El
Barça ayer no sólo fue un Tren de Alta Velocidad sino que fue además una
montaña rusa, un rondó veneciano lo que fue capaz de hacer con el balón (36’ de
posesión) y lo ejemplificaron estos jugadores que se convirtieron en el famoso
pianista de Casablanca, Sam.
Y tocaron y vaya si tocaron………
XAVI:
Dio 120 pases, combinó con todos los jugadores de campo que participaron en el
partido (12) y con Valdés. Recibió 116 pases de todos ellos también, incluido
Valdés.
INIESTA:
Dio 85 pases, combinó con casi todos los jugadores de campo que participaron en
el partido (8) (no dio ningún pase a Valdés, Piqué, Alexis y Tiago). Recibió 96
pases de 9 jugadores (no recibió de Valdés, Piqué y Alexis).
BUSQUETS:
Dio 79 pases, combinó con todos los jugadores de campo que participaron en el
partido (12) y con Valdés. Recibió 73 pases de todos ellos también, incluido
Valdés.
CESC:
Dio 67 pases, combinó con todos los jugadores de campo que participaron en el
partido mientras estuvo en el campo hasta el minuto 27 de la 2ª parte (9) (no
dio ningún pase a Valdés). Recibió 80 pases de los mismos 9 jugadores (tampoco recibió
de Valdés)
Uno
se queda sin respiración al contemplar estos datos y recordar el partido, que
pudo ser diferente. Recordemos sus claves.
El
choque esperado duró hasta el minuto 24.06”. Hasta ese momento el Málaga estaba
mejor colocado, más organizado y neutralizaba todas las circulaciones de balón
del Barça.
En
esos primeros minutos Eliseu estaba en banda derecha y Joaquín en banda
izquierda. Los laterales Jordi Alba y sobre todo Alves muy pendiente de Joaquín
no participaban en el juego.
Ese
cambio de banda -desconocemos los motivos- aparentemente nada problemático
coincidió con varias situaciones de vital importancia producidas por una cadena
de errores individuales en la salida de balón. Y todo ocurría por la zona central
derecha del Málaga donde ya no estaba Eliseu.
Sergio
Sánchez pierde un balón en la transición, recupera Cesc y tira alto. (el Barça
había tardado en tirar a puerta 24’ 06”)
1’
más tarde (25’ 37”) es Demichelis quien pierde el balón en las mismas
posiciones. Jugada de Cesc de nuevo por la izquierda con pase al corazón del
área y tiro de Iniesta que para como puede Caballero.
Sin
tiempo para pensar, de nuevo pérdida de balón y Cesc realiza jugada en el área
e Iniesta centra y detiene Caballero (25’50”).
Se
estaba cociendo el error definitivo; menos de 1’ después (26’34”) la jugada del
gol, saca largo Caballero y Santa Cruz en medio campo no realiza amortiguación
ni prolongación sino que retrasa el balón 15 metros a donde está Camacho
apretado por Iniesta.
Y el error fatal sucede de nuevo (es la segunda vez que
le pasa a Camacho y ya le pasó a Sergio Sánchez en el Bernabéu en Copa el año
pasado con 0-2).
Camacho,
un mediocampista -en los libros te enseñan que nunca los mediocampistas deben retrasar
un balón a su portero, solo los defensas- retrasa el balón y el partido y su
historia cambió.
Aturdido
por la forma de hacerse el gol, el Málaga todavía aguantó de pie hasta el
descanso.
Pero,
de nuevo, dos errores consecutivos y el talento de Messi y Cesc, hacen el
resto.
Nada más comenzar la 2ª parte, Messi de cara al área rival sin que
Camacho se atreva a apretarle lo suficiente, asiste a Cesc -otra vez por la
izquierda- y la duda de Weligton y Sergio Sánchez en tirar el fuera de juego acaba
con el partido del Málaga. Y ahí empezó otro partido, el partido del Barça.
Tremendo
en la solidaridad, en la presión, en la técnica de todos y cada uno de sus jugadores -ayer lo
de Xavi, Iniesta, Busquets y Cesc fue toda una exhibición- en sus ganas de
meter más goles, en su afán de dominar todos los aspectos del juego, hicieron
una 2ª parte muy sufrida para los malaguistas.
En cualquier caso cada partido es una historia y ayer la historia la escribió el Barça. Pero al igual
que en Casablanca, al Málaga siempre le quedará Barcelona.
Chapeau!!!
ResponderEliminarUn saludo, Nando