Sí, todos los componentes del Mallorca se aplicaron
a la faena, y ¡qué faena! todos dieron
un ejemplo de intensidad, solidaridad y agresividad, en ningún momento reñida
con el buen fútbol tanto individual como colectivo.
Para reafirmar de qué manera se aplicaron todos los
jugadores vamos a ilustrarlo con un dato esclarecedor: hasta 11 jugadores distintos de campo cometieron faltas. Es decir, que si de las 23 faltas que
cometió el Mallorca, 6 las cometió Martí -imponente-, las 17 que restan se las
repartieron los 10 restantes.
Martí, espectacular |
Todo
ello implica un grado de intensidad y concentración magnífico, porque todas
menos una -la de Hutton con Negredo- fueron producto de entradas con el balón en
juego, tanto en los balones divididos, como en la anticipación; en ningún
momento fueron producto de regates, desbordes o por llegar tarde a una
interceptación.
Las
realizaron todos, lo que significa también que se hicieron en todas las zonas
del campo, no dando
respiro a un Sevilla que asistía atónito a una demostración de esfuerzo
colectivo con el que no contaban.
Esta
es la primera lectura, tremendamente positiva, del partido.
Pina, enorme en el esfuerzo |
La
segunda lectura no menor, sino previa y mayor, fue que todo lo que vimos y
asistimos sorprendidos -todo
hay que decirlo- fue producto de una
apuesta de juego muy bien ideada por Manzano.
La
apuesta táctica en defensa replegada muchas veces con un 1-6-3-1, con Víctor
y Alfaro replegados sobre Kevin y Hutton fue magnífica por las ayudas
defensivas, impidiendo que, sobre todo Navas, pudieran hacer prácticamente nada.
Parecieron pivotes defensivos ya que hasta 12 recuperaciones realizaron entre
los 2.
En
la banda contraria pasaba lo mismo con Alberto Moreno, que tenía que irse al
centro -donde resulta
inútil- para intentar recibir algún balón en condiciones.
Gio, de nuevo vital |
Pero no sólo fue el sistema defensivo el que se
portó a un gran nivel, también la salida
al contragolpe -hasta 5 o 6 llegadas con peligro- con Gio en plan Messi,
causaban desconcierto en las filas de Emery, ayer tácticamente superado por
Manzano en todos los órdenes.
De
poco le valió al Sevilla los 33’ de posesión que tuvo porque el 90% se produjo
en zonas inofensivas.
El balón estaba en las botas de Coke,
Botía, Fazio, Navarro y Medel, muy atrás y muy pocas veces estuvo en las
botas de los hombres de ataque.
Los
apenas 12’ de posesión que tuvo el Mallorca (récord negativo de todos los
partidos de la Liga como local) parecieron sin embargo mucho más por
la forma de gestionarla, que fue
espectacular y rapidísima.
La
diferencia brutal de 365 pases más realizados por parte del Sevilla indica que
no sabían qué hacer con el balón ni por dónde penetrar.
Manzano, ayer sensacional |
Otro
dato revelador es que solo se perdieron 145 balones entre los 2 equipos. (5º partido de todos los jugados en las 27 jornadas
que menos balones se han perdido).
Eso
significa que el Mallorca se defendió muy bien, que no pegó un solo pelotazo,
que no perdía el balón rápidamente y que el Sevilla, aunque lo tenía, no hacía
daño ninguno.
En
definitiva un partido ejemplar en su preparación, en su intensidad, en su
organización y en su ejecución. Para todos y para Manzano el primero ¡Chapeau!
Me parece un análisis del partido muy profesional y muy bien explicado. Gracias por su buen hacer.
ResponderEliminarTe agradezco el esfuerzo que haces para informarnos con tanta eficacia y eficiencia, de los partidos del Mallorca, lo mejor que se ha publicado de este partido. Te hemos enlazado en nuestro blog.
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