Decíamos
que el Valencia solo había recibido 7 goles en los 6 partidos fuera de casa; ayer
se pudo llevar los 7 de una sola tacada.
Y por cierto ya son 7 los partidos de Liga sin encajar goles que lleva el Málaga.
22
remates, 15 de ellos de jugadas colectivas; 9 jugadas en el área y 16 asistencias.
Espectacular.
Pero
los datos estadísticos no reflejan todo lo que fue el partido; hay datos que
solo se pueden valorar si se ven los partidos.
Ayer
hubo esos datos intangibles que añadir a los meramente estadísticos, que
de por sí fueron abrumadores.
Así empequeñeció el Málaga al Valencia |
El
Málaga hizo un partido soberbio en todos los aspectos del juego.
El
Málaga, concentrado, intenso, organizado, donde cada pieza hizo lo que debía y
tenía que hacer, con mucha movilidad de sus hombres, con una seguridad en sus pases
encomiable, pulverizó al Valencia, al igual que lo hizo ante el Zenit y en Bélgica.
Y
sorprendentemente con escasa posesión: solo 20’ (6’ menos que su media habitual)
y con un Valencia que dispuso de 1’ más; pero fue una posesión gestionada
admirablemente bien: rápida, controlada y colectiva. La del Valencia ni la
consideramos.
¡La que me está cayendo! |
Pellegrino,
mostró de nuevo sus carencias tácticas y las de su equipo, como también sus
carencias a la hora de neutralizar y contrarrestar el juego rival durante el
partido.
Ya conocemos de primera mano el porqué sus porteros son los 2º de la
Liga que más intervienen.
También
conocemos de primera mano por qué es uno de los equipos que menos fueras de juego provoca.
Su
defensa -¿defensa? como anticipábamos, no solo es lenta e imprecisa, sino que
además no tienen instrucciones sobre lo que hacer con los movimientos de los
delanteros rivales.
Ya
conocemos también por qué llevaba 28 amarillas más que el Málaga, ahora lleva 34 más.
Pellegrino
dispuso a Gago de inicio con Tino Costa, que no tocaron un balón hacia delante.
Isco, Portillo y Joaquín les enloquecieron alrededor suyo y luego aparecía la
brigada brutal (Toulalan y Camacho) que rebañaban todo; 19 recuperaciones.
Ever,
fuera de sitio, Valdez, Feghouli y Guardado fueron desactivados y estuvieron solos ante el peligro; los pocos balones
que recibieron siempre los recibieron de espaldas a Caballero, no encararon
nunca y se movieron muy lejos del su área.
Fueron
desactivados por Pellegrino y Pellegrini.
Otro
aspecto decisivo fue la intensidad.
En
el descanso el único que había sudado del Valencia era Alves el portero. En el
Málaga ocurría lo contrario el único que no sudaba era Caballero.
En
las caras de unos y otros se veía y notaba la diferencia de intensidad, ritmo y
ganas de ganar.
Del
Málaga qué decir: un partido espléndido colectivamente de nuevo de todos.
Jesús
Gámez estuvo y participó en casi todas las recuperaciones e inicio de jugadas
de su equipo y profundizó muchas veces y casi siempre bien.
En
la otra banda Eliseu tuvo una sobriedad y seguridad en casi todas sus acciones
tremenda.
Demichelis
y Weligton, que participó más, se movieron de nuevo de forma brillante, con
unos movimientos tan elegantes como precisos. Recuperaron en su zona hasta 34
balones.
Toulalan
y Camacho, sobresalientes en el equilibrio, en la presión, en la intensidad, en
la colocación y en la salida de balón.
Besos y abrazos |
Portillo
e Isco, con talento en sus movimientos y esforzados en el trabajo sin balón.
Y
llegamos a Joaquín y Saviola.
A mí que me registren |
Pocas veces se habrán movido mejor los 2 al mismo
tiempo y con menos fortuna; impecables y preciosos todos sus movimientos; su
rapidez desbordó continuamente a R. Costa y a Rami.
Hoy
no hemos hablado de Caballero. Excelente noticia.
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