¿Por qué este título? Porque en realidad vimos
lo que esperábamos ver y habíamos anunciado en la Previa, pero además sucedieron hechos y situaciones con claros
contrastes en el comportamiento y
actitudes de los dos equipos que nos va a permitir hacer una valoración más
ajustada y perceptible. Comencemos.
Los dos equipos saltaron al terreno de juego
con las alineaciones previstas y con la estructura de juego habitual.
El
Valencia desestructurado en los pivotes y con una defensa desprotegida,
lentísima y con muchos errores, fue blanco fácil del juego directo e intenso
que planteó Caparrós.
En
los primeros diez minutos de partido, el Mallorca
que había adelantado las líneas de presión, impedía con 5 o 6 jugadores en el
campo del Valencia el juego de toque que
pretendía Pellegrino.
Primer
contraste: Los entrenadores y su apuesta de juego
respectiva.
La
apuesta de juego de Caparrós fue inteligente, intensa, decidida, comprometida
en todos sus jugadores, ambiciosa, con un estudio profundo e inmejorable del
rival y que
había preparado muy bien el partido, anulando por completo al Valencia, con orden, organización, agresividad, actitud e intensidad.
Manejó
siempre el partido y su doble cambio en el minuto 56 de unos cansados Pereira
y Hemed confirma su brillante lectura del partido.
A Pellegrino en cambio por lo que se vio, dio la impresión de que no preparó el
partido con la misma exigencia, que le pasó el partido por encima, y pareció desconocer las virtudes del Mallorca y también sus defectos.
No
tuvo intensidad, ni organización coherente en el juego. Y
además no tuvo capacidad de reacción. Su primer cambio se produce en el
minuto 69’, Jonas por Parejo (qué
decepción de jugador), y luego los otros
2 con el marcador ya 2-0 en los minutos finales.
Segundo
contraste: Los jugadores de uno y otro equipo.
Mientras el Mallorca tuvo en Aouate, como casi siempre soberbio, un baluarte defensivo, salvando tres
ocasiones claves; Diego Alves, estuvo
muy desafortunado en el lance del primer gol que condicionó todo el
partido.
En el debe del gol, sin embargo, hay que darle
mérito a todo el cúmulo de despropósitos que realizaron todos los jugadores del
Valencia, permitiendo sacar rápido
la falta a Márquez, y acabando defendiendo
Parejo (?) a Víctor que se giró y
agachó, con miedo, en el momento del disparo.
Mientras
la defensa de 4 del Mallorca, tuvo, como siempre automatismos defensivos
imponentes, realizando cada
uno su faena: Ximo, ¡qué gran partido el suyo
y ni una sola falta!, el trabajo y la sobriedad de Antonio López ¡tampoco ni una
sola falta!
Y qué decir de los centrales Geromel ¡13 recuperaciones y una sola falta! y Conceiçao ¡9 recuperaciones y
ni una falta!
La
defensa de 4 del Valencia, estuvo desorganizada, imprecisa, desconectada, lenta, sobre todo en sus centrales Rami y Víctor Ruiz, y con errores
impropios de su calidad. Solamente salvaron un poco la cara los laterales,
sobre todo Joao, técnicamente muy
bueno.
En
el medio campo el Mallorca aburrió a sus rivales, comenzando con una asfixiante presión y
vigilancia por parte de Pina (infatigable y enorme de nuevo en la
recuperación) y Márquez a los pivotes Tino Costa y Parejo a los que
desactivaron.
Para muestra un botón, en los primeros 15’ Parejo no tocó un solo balón hacia
adelante y Tino Costa que se estiró
más arriba, recibía, a la primera, la tarjeta de visita de Geromel ¡qué duro es! que en
el primer balón dividido le lanzó por los aires, y acto seguido fue rematado
por Pina en falta.
Tino
Costa a partir de ese
momento, debió pensarlo mejor y coincidiendo con la entrada de Joao, que no tuvo la misma intensidad y
acierto que Márquez, aunque se comportó. (5
recuperaciones y una sola falta), se
echó para atrás, se juntó con su defensa en la salida de balón y jugó con mucha
comodidad y sin riesgo para su salud pero
también sin riesgo para el Mallorca.
En
las bandas Emilio trabajó
mucho y Pereira también, pero estuvo despistado en defensa y por ahí
entraba el Valencia.
Pero no hicieron daño Feghouli, Valdez, y Viera, siempre fueron absorbidos por la
defensa zonal anticipativa de los jugadores del Mallorca y por las constantes ayudas.
En
la delantera, Víctor, de nuevo estuvo inteligente y soberbio con
balón y sin balón y Hemed estuvo tremendo en la
primera línea de presión. (Es el que más faltas realizó de su equipo).
Por
el contrario Soldado estuvo solo y desasistido casi todo el
partido.
Tercer
contraste: El comportamiento colectivo de los 2
equipos.
Si
uno se fijara en los datos estadísticos del partido, no habiéndolo visto,
creería que un ciclón le pasó al Mallorca por encima. Nada
más lejos de la realidad.
Los
números del Valencia fueron escandalosos pero absolutamente
improductivos.
- 41 centros al área por 11.
- 28 remates contra seis.
- 14 asistencias contra 2.
- 624 pases contra 279. 37’ de posesión contra 16’.
- El 50% de sus jugadas combinaron entre 4 y 8 jugadores.
- Los números del Mallorca, escasos, en cambio fueron claves en el desarrollo el partido.
- El 77% de sus jugadas las realizó con menos de 3 jugadores. (Juego directo)
- 17 faltas contra 9. (Dobló en agresividad al Valencia, y además de las 17 faltas solo 1 realizada por los defensas. Extraordinario.
- El segundo gol tuvo una duración de 7”, con un solo pase y participaron 3 jugadores. Aouate, Víctor y Arizmendi. Tremendo.
En
definitiva con todo ese bagaje de iniciativa, posesión, remate etc., sólo le
hizo 4 jugadas en el área y una no debió ser, el libre indirecto.
Siempre
vimos el partido donde quería Caparrós y no Pellegrino.
Por
último, 2 jugadas que pudieron ser claves y que el árbitro en ellas se equivocó
gravemente: la primera el
caño de Joao a Tino Costa y la
patada, sin balón por medio, por detrás. Roja
directa.
No
hubo en absoluto cesión voluntaria de Geromel a Aouate, has
de ser además un genio para que a un metro de la portería y a la primera hagas
una cesión voluntaria.
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