La tremenda irrupción en la Champions del Málaga, recuerda mucho a la que tuvo el Villarreal de Pellegrini, por la forma y por el fondo.
Decíamos en la Previa que el Zenit era un equipo, fuera de casa, batible y que tenía puntos débiles individuales y colectivos, de momento, importantes.
También nos aventuramos a pronosticar que la iniciativa en el juego y la posesión de balón serían del Málaga. Así ocurrió, pero nadie hubiera pronosticado la forma tan contundente y bella que plasmó esta superioridad: el Málaga le dio una lección de fútbol en todas las facetas del juego al equipo ruso, absolutamente desconcertado, desorientado y sin capacidad de reacción, tanto como su entrenador, Spalletti.
El Málaga, ya lo hemos dicho, fue superior en posesión de balón, cuando quiso y no quiso en los últimos 10’ del primer tiempo y en los 15’ primeros de la reanudación, donde especuló con el marcador y replegándose, dejó venir a su campo y desgastarse física y mentalmente al Zenit.
El Málaga fue superior en asistencias, remates, jugadas en el área, donde dobló al Zenit y obligó a intervenir con 13 paradas a Malafeev, en centros al área y prácticamente desactivó al rival sin apenas faltas. Todo como acostumbra en la Liga Española. Abrumador.
Recordábamos también que todos los goles que el Zenit encajó en la pasada Champions fueron de jugadas colectivas, y ninguno de estrategia lo que avalaba su fortaleza defensiva en este aspecto. Así ocurrió y ¡de qué forma!
En Málaga, el Zenit volvió a recibir 3 goles en jugadas colectivas de una brillantez inusual:
1er. Gol: Jugada en ataque estático con arrancada por la izquierda de Eliseu. En ese momento la defensa de 4 del Zenit, sobre todo sus centrales Alves y Lombaerts (ya avisábamos que su comportamiento era bastante indolente y poco agresivos) estaban a 30 metros de su portería.
El balón lo recoge Isco que inicia el slalom hacia la portería rival, cuando dispara y marca la defensa -los centrales- están a 9 metros de Malafeev. Esto indica que han basculado hacia atrás metiéndose en su área, imperdonable, más de 20 metros sin realizar ningún tipo de presión sobre Isco.
Ese fue el comportamiento individual y colectivo en materia defensiva del Zenit. ¿Y Spalletti?
2º gol.- Jugada en ataque estático en la que combinaron en el medio campo rival hasta 4 jugadores del Málaga con 4 pases continuados y remate de gol con una duración de 11”.
Conduce Isco que pasa a Saviola, éste de primeras, acosado, retrasa a Portillo que hace una asistencia profunda ante el desmarque de ruptura de Jesús Gámez, control orientado, asistencia y Saviola ¡golazo!
En todo el desarrollo de la jugada Jesús Gámez estuvo abierto y quieto en banda un buen rato a la espalda de Feyzulin y Lukovic mirando, y luego en la finalización los centrales, Lombaerts y Alves mirando.
Añadir que este gol muestra de nuevo, con otros jugadores el comportamiento individual y colectivo en defensa que tuvo el Zenit. ¿Y Spalletti?
3er gol.- De nuevo jugada en ataque estático y colectiva del Málaga con Joaquín en banda izquierda, hace una conducción en lateralidad llegando con libertad a la zona central, donde deja a Isco que se incorpora y hace un gol de bandera. Ningún jugador defensivo del Zenit es capaz de interceptar ni por delante, Anyukov, Alves y Lombaerts, ni por detrás Denisev etc., incomodan a Joaquín y a Isco. ¿Y Spalletti?
¿Qué apuesta de juego realizó el Zenit?
Spalletti que en la Previa manifestaba conocer muy bien a Pellegrini y al Málaga, apostó por un inaceptable 1-4-3-3, inaceptable por lo que sigue.
Colocó como referencia en ataque a Kerzakov, y por detrás a Fayzulin y a Hulk, que es todo menos un jugador en banda.
Esto provocó lo siguiente:
Que Monreal, con la ayuda en la basculación de Camacho y luego de Iturra desconectasen a Hulk, que es un verdadero nueve.
Que viéramos a Hulk, defendiendo (¿) en su propio campo a Joaquín cuando basculaba por la izquierda.
Que Eliseu, de nuevo como el sábado fijo en banda izquierda dispusiera de una libertad de movimientos en banda inusual. Muy lejos Hulk, muy lejos Zyrianov que no le daba tiempo a bascular y muy lejos, y muy desacertado Anyukov, al que varios jugadores le hicieron un traje a medida: Isco con jugada a lo Romario-Alkorta, Portillo, Eliseu y Joaquín. Pasen y vean.
En el medio campo situó a un trivote por dentro: Denisov como eje, acompañado por Shirokov y Zyrianov y donde nadie hizo lo que tocaba, ni cerraban por dentro ni llegaban por fuera. La superioridad malagueña en bandas y también el juego combinativo por dentro les fulminó.
Y en defensa, ¿qué defensa?, apostó por la izquierda con Lukovic, 21 veces internacional con Serbia, a quien hizo pagar los platos rotos humillándole cambiándole en el minuto 39 de la primera parte. Y Anyukov, Alves y Lombaerts? Y Spalletti?
Del comportamiento individual y colectivo del Zenit no tienen responsabilidad los jugadores, ya que nadie sabía lo que hacer, descolocados y sin instrucciones precisas tácticas. Un desastre de planteamiento que le costará caro a Spalletti. Al tiempo.
Del Málaga, mejor no decimos nada porque ninguna frase sería capaz de mejorar lo que vimos. Espectacular.
En definitiva un partido que bien pudo acabar con un 4 ó 5 a 1, que engrandece a una ciudad, a una afición, a un equipo y aun cuerpo técnico encabezado por Pellegrini. Hay que saborearlo.
¡Ah! Se me olvidaba. Dos de las escasas jugadas de peligro del Zenit: la de Kerzakov con Weligton y la de Shirokov de cabeza que atrapó Caballero nacieron en fuera de juego, no pitados.
Por lo visto en Europa andan sueltos asistentes, hasta el de área, parecidos a Velascos Carballos y cía. ¡Dios nos coja confesados!
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