Podríamos así definir lo que ha sido este partido: buenas noches, 4 goles y a descansar.
Pero qué partido, de nuevo, tan trepidante vimos en
la 1ª parte y en los últimos 25’, cuando salió
Brahimi y entró Buonanotte.
Pero volvamos al inicio. El Granada –lo advertimos- juega
bien al fútbol pero carece de punch -dimos los números-. Eso le volvió a
costar el partido. No mereció tanto
castigo.
El que sí se lo mereció, en los primeros 20’, fue el Málaga, que salió de nuevo mal y
desenfocado al campo, como contra el Valladolid, la Real y el Rayo: sin posicionamiento táctico estable, con
cierta indolencia y parsimonia en el juego, con escasa concentración, pero,
sobre todo, dio la sensación que no sabía cómo se desenvolvía tácticamente el Granada; parecía que no importaba pensar en contrarrestar lo bueno del rival………
Estuvimos cerca de ver éstas imágenes |
Vimos
cómo Pellegrini volvía al 1-4-1-4-1, que le ha dado buenos resultados, pero no tenía la misma estabilidad.
Portillo, el encargado de emparejarse en la salida de balón
con Camacho, estaba muy lejos de él y 20
metros más arriba, donde se
siente y se ha sentido útil y cómodo y donde es su posición.
Esta situación y no fijar a Eliseu en la banda contraria -que era la
peligrosa-permitió que el rival, bien pertrechado en todas las líneas, disponía en la salida y transición
ofensiva de Iriney, Mikel Rico y Brahimi; a ellos se unía a veces Torje que ayudaba un poco por dentro.
Brahimi hizo mucho daño en el 1er. tiempo. |
Conclusión
1ª: El Málaga que aventajaba en 6’ de posesión de balón
de media por partido al Granada, veía como el rival le igualaba e incluso por
momentos le superaba en posesión y además era
mejor en su gestión, que fue magnífica en el 1er. tiempo.
Conclusión
2ª: 4 rivales contra Camacho, en el medio
campo en el 1er. tiempo.
Conclusión
3ª: el Málaga -en el 1er. tiempo- roto en dos
mitades; diría que en 3: la defensa, Camacho y los de arriba. Distancia entre líneas: 60 metros excesivo
y casi letal.
Conclusión
4ª: catarata de ocasiones del Granada de todos los colores por las pérdidas de balón en ataque.
Conclusión
5ª: Seguimos teniendo debilidad en las jugadas
de estrategia defensiva.
Conclusión
6ª: ahora entendemos por qué el Granada solo ha marcado en 8 de los 15
partidos, por qué es el 2º peor equipo en porcentaje de acierto a gol y por qué
le han marcado en 13 de los 15 partidos.
Todos apretados |
Pasados esos primeros 20’, el partido dio un vuelco insospechado con los dos goles y sobre
todo por la forma de hacerlos que hizo
mucho daño a Anquela y a sus jugadores.
Poco reseñable del Málaga en este 1er tiempo; intentaba tapar agujeros pero las
contras eran continuas e Ighalo y
Benítez sembraban el pánico; solo el
disparo de Jesús Gámez al palo y el penalti no pitado a Isco -hubo contacto
claro- fue lo único positivo, aparte de los 2 goles claro está.
Los
cambios en la 2ª parte de Anquela y Pellegrini fueron definitivos para los 2
equipos y para el desarrollo del encuentro.
Entrar Iturra y desaparecer Iriney y compañía todo fue uno |
La
entrada de Iturra
-sensacional su aportación y el equilibrio que da al equipo- la notaron los 2 equipos de una forma
inmediata.
El
otro ajuste de Pellegrini fue dentro del campo; Camacho -ya liberado- hizo de perro de
presa de Brahimi, controló todos sus movimientos y le sacó del partido;
Brahimi había estado libre cual ave fénix en el 1er.
tiempo y casi todas sus acciones habían sido casi decisivas.
Pellegrini
había cerrado el partido. Las líneas se juntaron, la anticipación
defensiva apareció –muy bien Weligton-, la recuperación en medio campo apareció
también y los cambios de ritmo en ataque mostraron al Málaga que conocemos bien.
Anquela
retiró a Benítez con molestias y también fue clave y su equipo lo notó brutalmente y después quitó a Brahimi y ahí se acabó el Granada.
Durante
20’ no pasó nada porque el Málaga no quiso que pasase nada.
¡Vaya dos talentazos! |
Pero
todavía quedaban 2 guindas en el pastel: la entrada de Santa Cruz revolucionó
a su equipo y acto seguido Buonanotte vino a decirnos buenas noches. Los dos
estuvieron sensacionales.
Para
muestra el botón: Recuperación de Iturra
ante Orellana casi en nuestra área, abre
a Camacho, éste a Eliseu, y éste a Santa Cruz que estaba de extremo
izquierdo.
En
diagonal, a 60 metros –de falso extremo derecho- con la mano levantada pedía el
balón Buonanotte, ya que Siqueira ante la rapidez de la jugada no tuvo tiempo de replegarse.
Y allá
va el balón –un cambio de orientación que raramente lo sabe realizar un
delantero centro- Santa Cruz sí lo
hizo, pero no solo lo hizo, sino que comenzó
una carrera en diagonal para recibir una asistencia mágica de Buonanotte, control orientado con el pecho y
gol. 5 pases, 5 jugadores distintos y 19”. Sensacional.
En
definitiva un partido que pudo ser una amargura y que acabó en una fiesta del
fútbol.
Nos
quedamos con los cambios: Iturra fundamental, Santa Cruz –yo
haría un pensamiento con él, es más completo que Saviola y además
nos puede liberar del sufrimiento en la estrategia defensiva por alto-
y Buonanotte –yo seguiría haciendo otro pensamiento con éste
también- pueden ponerse ya a temblar Portillo, Joaquín e
incluso Isco si no espabila.
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