He parafraseado el título de una película legendaria que
desarrolla una satírica farsa sobre la dominación
española en Flandes y narra la inminente llegada a una
pequeña ciudad de los Tercios españoles que provoca el pánico entre los hombres. Las mujeres, en cambio, deciden
preparar una espléndida fiesta de bienvenida a los temibles soldados
españoles.
Pues bien, realicemos una comparación con el partido de ayer.
En principio el Málaga no era tan temido u odiado como los Tercios del duque de Alba,
a pesar de llevar la bandera española en su camiseta.
Tampoco somos conscientes de que el pánico se apoderara de los
belgas ante su llegada y tampoco sabemos si después del partido las mujeres
belgas agasajaron a los malaguistas que se desplazaron a ver el partido.
Lo que sí vimos resultó parecido a la actuación de los Tercios
españoles en Flandes del siglo XVII. El Málaga hizo lo
mismo: Fue un equipo heroico, una
apisonadora, un ciclón, un torbellino, una marea de juego en blanco y azul
etc.; uno se está quedando ya sin adjetivos favorables para describir lo que
vimos y disfrutamos. En fin, menos sangre,
vivimos algo parecido.
Los belgas, el Anderlecht y Europa sí que temerán a este
equipo que está sembrando admiración por su aplomo, inteligencia, solidaridad,
talento y creatividad.
Olvidándonos del Barça, ahora mismo en Europa no hay ningún equipo que juegue tan bien al fútbol como el Málaga.
Qué decir de los números. Se quedan pequeños y no reflejan la
aplastante superioridad malagueña.
Sí, y además sin posesión. El
primer tiempo 50% -50% y el segundo 53% - 47%.
Aquí los números engañan, y
uno se pregunta ¿si dominó por completo el
Málaga? Sí pero su posesión no fue
lenta ni establecida entre Caballero y la defensa, no; fue rápida, electrizante, entre los dos pivotes, un hurra por Iturra y Camacho, y los 4 de arriba,
con la guinda de Monreal. Tremendo.
Otra guinda: el porcentaje de éxito de los pases cortos, medios, y
largos de todos los jugadores del Málaga
llegó casi a un 80% de éxito.
Sí, 15 remates, 10 en la 1ª parte, y 10 de ellos a puerta. Y qué calidad en las jugadas y en
los remates. De todos los colores y todas las facturas.
Ante este vendaval de juego, ¿qué hizo el Anderlecht?. Pues irse encogiendo poco a poco deslumbrado
y abatido, individual y colectivamente, por el rival.
Uno por uno, los 10 jugadores de campo fueron superados en
todo por los 10 jugadores de campo del Málaga: con
balón y sin balón, en la recuperación, en los desmarques, en los regates, en
las asistencias, por alto, por bajo etc. Expresiva fue la postura de Briglia en cuclillas, anonadado, viendo
lo que estaba ocurriendo.
En la Previa anunciamos básicamente su estilo clásico: el 1-4-4-2 y su alineación. Solo hubo dos variaciones, el serbio Jovanovic
por la izquierda por Kljestan, que
luego tuvo que rectificar, y Bruno que
se escoró a la derecha. Lo demás como se presumía.
Briglia, su mejor hombre y el
que encauza su juego, solo fue capaz de dar pases en horizontal y a 10 metros, nunca en profundidad,
desconectado por la presión de Iturra
y Camacho alternativamente dependiendo de la zona dónde se movía.
Sin su mejor hombre, el Anderlecht pareció no ser un equipo sino 10 futbolistas
que intentaban hacer lo que podían, que era más bien poco.
Los demás: Jovanovic, Bruno, Kanu,
Mbokani, etc. Desaparecidos en combate.
Y como siempre se movieron con
limpieza, prácticamente sin faltas. Solo 10.
Qué decir del Málaga... Gran acierto
de Pellegrini situando a Eliseu
cambiado de banda ante el rubio y veterano Deschacht al que llevó por la calle de la amargura. Hizo un partido fantástico.
Decíamos también en
la Previa que Pellegrini solo debía
tener una duda en su esquema, o salir con su 1-4-1-4-1 con Portillo, o sacar un doble pivote más
defensivo con Iturra.
Se decidió por Iturra, y qué partidazo hizo:
recuperaciones, anticipaciones, presión, contemporización, faltas tácticas, no
perdió prácticamente ningún balón, y casi
alcanzó la gloria con la pared majestuosa con Isco cuyo disparo atrapó Proto. Sensacional su aportación igual
que la seriedad de Sergio Sánchez en
el lateral. Ya decíamos que uno de los
activos de este equipo es la aportación de los recambios. Se está cumpliendo
en todos.
Un apunte final: Kassai sensacional. Solo un
lunar, el fuera de juego que señaló su
asistente –el mismo que erró en la Eurocopa
con Ucrania- a Joaquín que se iba solo. Pero su dirección del partido impecable.
En definitiva la
Kermesse heroica fue el Málaga y su afición
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