Vuelve la Liga, de
nuevo en sábado y en una hora intempestiva, pero la mejor para poder
recuperarse antes para el importantísimo partido de la Champions contra el Milán.
Nos visita un rival,
el Valladolid, cuyos componentes
resultan prácticamente desconocidos para la gran mayoría, excepción hecha de Javi Guerra, Oscar, Manucho y alguno
más.
Al que sí conocemos
es a Djukic, su entrenador, gran
persona, un ex futbolista de enorme calidad en su posición de central; elegante, anticipativo, limpio, con una
técnica depurada, con una visión panorámica del juego excepcional; muy parecido a Pellegrini, y que dejó
una profunda y positiva huella en nuestro fútbol.
Ahora entrena y a su
equipo, el Valladolid, le ha
impuesto, a pesar de las limitaciones de talento evidentes que tiene en la
plantilla, una apuesta de juego
atractiva, limpia, ordenada, con buen gusto en el trato con el balón y que
poco a poco se va abriendo camino en la élite de nuestro fútbol.
¿Cómo es este Valladolid?
Un equipo recién ascendido que hasta ahora está teniendo un
comportamiento insólito.
Después de 7 jornadas ha ganado 3 partidos y empatado 1 (con el Español en la última
jornada).
Fuera de casa perdió en Bilbao (2-0) y en el Vicente Calderón (2-1).
Y sorprendentemente es globalmente, después del Barça, el equipo con
más posesión de balón. Casi una media de 28’ por partido, más que el Madrid,
Málaga y At. Bilbao. Pero también hay un dato revelador: fuera de casa baja
enormemente y se sitúa el 14º en posesión.
Este dato, brutal, después de tantos partidos y rivales de
envergadura, es tremendamente significativo de su estilo de juego.
Un estilo que muy pocos equipos pueden y saben alcanzar. Haciendo una comparación simpática le
podríamos denominar como el hermano pequeño del Málaga, en el cual se mira para
realizar su apuesta de juego.
Así que atención.
Veamos cómo es su comportamiento global:
Djukic ha utilizado, hasta
ahora, a 19 jugadores de su plantilla, pero su 1-4-2-3-1 resulta prácticamente inalterable
en el equipo titular.
Ejemplo de ello son dos datos ilustrativos:
Es el 3er equipo de la Liga cuyos suplentes tienen menos minutos.
Todos sus goles los han realizado los titulares, ninguno los
suplentes.
Tenemos también más datos que permite conocerle mejor:
Es el 3er equipo de la Liga con más goles a favor en casa.
Es el 3er equipo de la Liga con menos goles en contra.
Solo ha recibido 4 goles fuera de casa. Es el 5º mejor.
Solo ha marcado 2 goles fuera de casa. Es el 4º peor.
Su actitud en la
estrategia ofensiva no es buena: todos sus goles han sido de jugadas colectivas
y 2 de penalti, pero ninguno ha sido de remate de córner, de falta etc.
Si pensamos que en
esta faceta del juego no es poderoso, valoremos también que no ha encajado ni
un solo gol de cabeza, ni de remate de falta, ni de remate de córner etc. Un
hueso duro de roer.
Por último su
balance defensivo positivo se reafirma al comprobar que los rivales necesitan
llegar 25 veces a su área para marcarle un gol. El 5º mejor.
El Málaga sigue
siendo, en este aspecto, con diferencia el mejor de la Liga: para marcarle
necesitan llegarle 40 veces al área. Espectacular.
Y su balance
ofensivo es muy productivo: remata muy poco (es el 2º equipo que menos remates
realiza) pero casi todo entra. En este aspecto el Málaga también le supera con
creces: le lleva casi 30 remates de diferencia.
Su equipo base lo
componen:
Jaime en la portería.
Bueno pero muy irregular.
En el lateral derecho Rukavina, profundo y equlibrado.
Como centrales Jesús Rueda, el
portugués Sereno y Marc Valiente se han alternado.
No son depredadores, tienen técnica y colocación. Sin muchas virtudes pero sin
grandes defectos.
En la izquierda Balenziaga. Correcto y menos ofensivo que Rukavina. Como recambio está Peña.
En el doble pivote, casi siempre ha apostado por Álvaro Rubio, que parece que está
tocado y Víctor Pérez. El primero trabaja en la recuperación y el 2º, para mí su jugador clave, en la transición ofensiva. Están también Baraja, Sastre y
Neira
En banda derecha Ebert, alemán rocoso, rápido y profundo, parecido al rumano Torje del Granada.
Por la izquierda, se sitúan Bueno, un jugador técnico pero frágil que lleva 2 goles y Omar, más incisivo y
jugador de banda que Bueno que juega por dentro.
En la media punta, su segundo
jugador clave; Óscar, lleva 4 goles y su posición de falso 9 y sus movimientos
entre líneas le hacen muy peligroso.
Arriba cuenta con Manucho que
ha competido con Angola esta semana y con nuestro conocido Javi Guerra.
En definitiva, un
partido que se prevé limpio, con el balón en juego mucho tiempo (se alcanzarán
casi los 55’ reales de juego), con dos estilos similares, con dos jugadores
clave en el Valladolid, con una banda derecha potente y con una estrategia
ofensiva y defensiva firme.
En cualquier caso, apuesto por el hermano mayor, el Málaga, ya maduro,
curtido, con más talento, creatividad y remate. Veremos.
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